El cuerpo es el vehículo a partir de donde trabajamos nuestras emociones y espiritualidad.
Somos un todo: Cuerpo, Mente, Espíritu… En la medida en que movemos el cuerpo, explorando nuevas formas de estar, movilizamos también aspectos propios, nuestras luces y sombras, poniéndolos en juego, ablandando nuestra armadura y encontrando el canal para poder dejarlo salir y darle validez.
Río Abierto es un trabajo psicocorporal que nos lleva a explorar el propio movimiento, sentir cómo surge desde dentro, encarnarlo y expresarlo hacia fuera, hacia el mundo.
Normalmente se trabaja en grupo ya que éste es un importante motor que refleja, devuelve, moviliza y acompaña nuestro proceso.
Movimiento, baile, música, escucha, juego, contacto corporal, respiración, masaje, cuidado, permiso, respeto…