La Terapia Gestalt se ubica dentro de la Psicología Humanista, teniendo una concepción positiva del ser humano, como ser que tiende a su autorrealización, que no está determinado por su pasado sino que se actualiza permanentemente en el momento presenta (aquí y ahora), que cuenta con recursos únicos para su propio desarrollo, es responsable de sus actos y elecciones y está en constante interrelación e interdependencia con los otros y con el mundo.
Además de sus desarrollos teóricos la Terapia Gestalt es ante todo una forma de hacer terapia y de estar en la vida que implica la toma de conciencia en el momento presente, la asunción de la propia responsabilidad y la confianza atestiguada en los procesos de autorregulación.
El terapeuta Gestalt está atento a permitirse ser desde una autenticidad consciente y espontánea, cultivando una coherencia entre el sentir, actuar y pensar, siendo consciente de lo que se evita, del despliegue y las interrupciones de los procesos intra e interpersonales y de los juegos de polaridades. Su actitud es de un acompañamiento que favorece el despliegue de los propios recursos y del crecimiento de la persona, apoyando unas veces, confrontando otras, siendo en definitiva el principal instrumento de la terapia.
Creación y desarrollo de la Terapia Gestalt
En 1952 se publicó la obra Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana cuyos autores son Frederick Perls, Ralph Hefferline y Paul Goodman.
Posteriormente, Fritz Perls junto a su esposa Laura Perls abren el primer “Gestalt Institute” en Nueva York. Entre otros colaboradores, se destacan el “teórico” Isadore From, Paul Goodman, Elliot Shapiro, Paul Weiss y Richard Kitzler.
Hacia finales de la década de los cincuenta y comienzos de los años sesenta, con la moda del crecimiento personal que se concentra en California, Fritz Perls se ve cada vez más atraído por el concepto de la terapia Gestalt como una forma de vida más que un modelo de terapia y comienza a dar cursos de formación en esa dirección en la Costa Oeste. Se generan así dos corrientes, la Terapia Gestalt de la Costa Este, representada por el New York Institute, bajo la dirección de Laura Perls (con otra corriente afín en Cleveland), y la Terapia Gestalt de la Costa Oeste, liderada por el propio Fritz Perls.
En décadas posteriores la Terapia Gestalt ha seguido evolucionando y se ha expandido por todo el mundo, estando ampliamente representada en España. En los últimos años además se ha visto enriquecida con importantes aportaciones constructivistas.
Fundamentos de la Terapia Gestalt
La terapia Gestalt se enfoca más en los procesos que en los contenidos. Pone énfasis sobre lo que está sucediendo, se está pensando y sintiendo en el momento, por encima de lo que fue, pudo haber sido, podría ser o debería estar sucediendo.
Utiliza el método del darse cuenta (“awareness”) predominando el percibir, sentir y actuar. El cliente aprende a hacerse más consciente de lo que hace. De este modo, va desarrollando su habilidad para aceptarse y para experimentar el “aquí y ahora” sin tanta interferencia de las respuestas fijadas del pasado.
Objetivo de la Terapia Gestalt
El objetivo de la terapia Gestalt, además de ayudar a la persona a sobreponerse a síntomas, es permitirle llegar a ser más completa y creativamente viva y liberarse de los bloqueos y asuntos inconclusos que disminuyen la satisfacción óptima, autorrealización y crecimiento. Por tanto, se ubica en la categoría de las terapias humanistas.