Lo uno, movido de lugar, es lo otro. Y lo otro, a su lugar devuelto, lo uno.

Hoy leí un artículo en el que se vendía una idea: “somos los mejores… y, aquí están los mejores…”

Mejor, es un adjetivo cuya definición en el diccionario es:  Que tiene calidad superior a otra cosa de la misma especie o que sobresale en una cualidad. En la definición no se define al juez que decide tal cosa.

La Terapia Gestalt pone la atención en nuestro mundo interno, sus emociones, necesidades y su personalidad para desde ahí ampliar nuestra conciencia y darnos cuenta de nosotros mismos y asumir nuestra responsabilidad.

Desde la Terapia Gestalt se ve a la persona como una secuencia continua de polaridades que se van sucediendo, dependiendo del contexto en el que nos encontremos. Podemos definir polaridad como un continuo con dos cualidades extremas en la que podemos identificarnos. Por ejemplo, la polaridad narcisismo-humildad.

POLARIDAD:  Narcisismo / Humildad

Con una persona que se cree que es la “mejor” y se admira tanto, podíamos explorar qué le ocurre con la polaridad opuesta, ser “peor” que alguien o en algo. Suele pasar que se sienta cómoda en ese punto, siendo desagradable creer que es la peor en algo o que alguien. De esta manera, quedándonos con una parte de la polaridad y rechazando la otra, creamos nuestro autoconcepto, nuestra imagen ideal. Así, quedarse sólo con “soy el mejor” supone negarse a uno mismo todas las demás cualidades que no entran dentro de la imagen de “El mejor”.

Desde la terapia Gestalt trabajamos para ampliar esta imagen parcial e incompleta de uno. Si “soy narcisista” no actuaré ni intervendré en aquellos asuntos que puedan hacer tambalear mi ego pues no veo mi parte humilde, me paralizo. En cambio, cuando integro la humildad mi campo de actuación se amplía, atravesando la idea que tengo de mi (Yo soy) e integrando lo opuesto (lo que no soy) conseguiremos una visión más completa de uno mismo. Por otro lado, quien esté muy polarizado en su parte humilde no hará nada que dé pistas de su superioridad en cualquier asunto, se paraliza. Al elegir cualidades que queremos que formen nuestro autoconcepto nos estamos negando también todas las demás.

 

La filosofía básica de la Psicoterapia Gestalt es la naturaleza entre diferenciación e integración.
La diferenciación conduce por sí misma a las polaridades.
Como dualidades que son, estas polaridades lucharán entre sí y se paralizarán unas a otras.
Integrando los rasgos opuestos, lograremos que la persona se complete de nuevo.

                                                                                                                                                      Fritz  Perls

Lo vivo y lo muerto son una misma cosa en nosotros, lo despierto y lo dormido, lo joven y lo viejo:
lo uno, movido de lugar, es lo otro.  Y lo otro, a su lugar devuelto, lo uno.

                                                                                                                                                      Heráclito

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